HISTORIA DE LA ENFERMERÍA



Hoy en día la enfermería es una profesión  reconocida en muchos países del mundo, aunque es una actividad que se ha desarrollado desde épocas antiguas es una profesión muy joven debido a que el papel del cuidador o enfermero no tenía un contexto o reconocimiento social, solo hasta 1860 se sentaron las bases de la enfermería cuando Florence Nightingale  estableció la primera escuela de enfermeras en el hospital Saint Thomas  de Londres, esto sumada a la gran labor del cuerpo de enfermeras liderados por Nightingale durante la guerra de Crimea que redujeron el índice de mortalidad de un 42% a un 2%   el gran aporte de esta enfermera y muchas más predecesoras marcaron y dividieron la historia de la enfermería, llevándola de un oficio poco dignificado a un oficio y profesión  reconocida a nivel mundial.


EVOLUCIÓN DE LA ENFERMERIA EN LA HISTORIA





Establecer una clara distinción entre la medicina, entendida como el arte de curar, y la enfermería, entendida como el arte de cuidar, en su proceso evolutivo, es difícil puesto que desde sus inicios han estado estrechamente entrelazadas y han caminado en paralelo. Sin embargo, resulta casi imposible definir fronteras entre la evolución de la enfermera y la evolución de la mujer, sin dejar de lado por supuesto el papel del hombre en el arte de cuidar, es de destacar el estrecho vínculo de la enfermería con el combate en el campo de batalla y la importancia del arte de cuidar a los soldados caídos en combate como lo veremos atreves de su historia.

La enfermería a través de la historia ha evolucionado al igual que el hombre desde el tiempo de las cavernas hasta la actualidad en esta evolución ha ido de la mano con la medicina la cual se afianzaba con más fuerza en el desarrollo del hombre, sin embargo para poder comprender este desarrollo se deben destacar diferentes periodos históricos.

Empecemos a hablar del pueblo Helénico o Griego los cuales eran mas filósofos que científicos dedicaban gran parte de su tiempo en la adoración de varios dioses, uno de estos era Apolo dios del sol también de la salud y la medicina su hijo Escolapio era el principal sanador según la mitología griega. Esculapio hijo de Apolo y de madre humana era el principal sanador de la mitologia griega, en el trabajo de preservar la salud le ayudaba Epígona, su mujer, por lo que era venerada como "la que reconforta". Entre sus seis hijas estaba Higea, "la diosa de la salud"; Panacea, "la restauradora de la salud" y de las hierbas milagrosas que lo curan todo; Aegle, la "luz del sol"; Meditrina, la "conservadora de la salud" (se cree que es la precursora de la enfermera de salud pública), e Iaso, que personificaba la "recuperación de la enfermedad".





Los romanos estaban muy adelantados en el cuidado de sus soldados, desarrollaron una medicina militar organizada, con primeros auxilios en el campo de batalla y creando ambulancias de campaña. Posteriormente edificaron hospitales militares conocidos como valetudinaria, con capacidad para más de 200 enfermos o soldados heridos.


Una clase de ordenanzas, los nosocomi, y los esclavos hacían de enfermeros en las valetudinarias, a pesar de que las mujeres romanas eran muy independientes y realizaban actividades fuera del hogar, se cree que el principal papel de mujer-enfermera correspondía exclusivamente al cuidado de los niños y la atención de partos.


Las primeras órdenes de mujeres trabajadoras (grupos de enfermería) crecieron rápidamente y se convirtieron en expresión de los deseos filantrópicos y vocacionales, formando parte de ellas las diaconisas y las viudas y más tarde se incorporaron las vírgenes, las presbíteras, las canónigas y las monjas, aunque sólo las diaconisas y las monjas se dedicaban a la enfermería.


El establecimiento de las colonias en el Nuevo Mundo estuvo marcado por un fuerte lazo entre éstas y los países madre (España, Francia, Portugal e Inglaterra). Los manejos de los problemas del cuidado médico y de enfermería estuvieron marcados por las costumbres del país de origen de los colonizadores. Es así como los españoles, cuya Iglesia no se vio debilitada por el protestantismo, trajo sus órdenes religiosas que se encargaron no sólo del cuidado de los enfermos sino que incluyó la salvación de las almas, por lo que se dieron a la tarea de convertir los paganos al cristianismo. 


En la edad media se presentaron importantes cambios y también surgieron grandes descubrimientos que influirían en la practica de la enfermería y la medicina este periodo abarca desde el año 500 y el 1500 d.C se destaco en su inicio por el gran poder que alcanzo la iglesia católica, los monasterios que eran pobres alcanzaron su esplendor. Mujeres y hombres de los estratos sociales elevados e intelectuales se siguieron interesando por la enfermería. La partera y el ama de cría, y no el médico, eran las encargadas de atender a la mujer embarazada, el alumbramiento y el recién nacido; sólo en casos especiales se requería la participación del barbero/cirujano. El imperio Romano cayó y hubo un auge del cristianismo, la doctrina de Cristo y la fraternidad lograron la transformación de la sociedad y el desarrollo de la "enfermería organizada", toda vez que la posición de la mujer se elevó con el cristianismo. 

El altruismo puro, predicado por los primeros cristianos comulgaba a la perfección con el pensamiento y motivación de la enfermera cuidadora, que se traducía en cuidado caritativo, amoroso y desinteresado. 


Es así como el cuidado de los enfermos y desvalidos surge como una obra de misericordia, las cuales abarcaban las necesidades básicas humanas: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, visitar a los presos, albergar a los que carecen de hogar, cuidar a los enfermos y enterrar a los muertos.
Es así como el cuidado de los enfermos y desvalidos surge como una obra de misericordia, las cuales abarcaban las necesidades básicas humanas: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, visitar a los presos, albergar a los que carecen de hogar, cuidar a los enfermos y enterrar a los muertos.
Con el tiempo, en las colonias de origen protestante, la enfermería la ejercieron personas contratadas a sueldos bajos o los internos de los correccionales. El crecimiento de los hospitales en la América colonial fue lento; eran más bien casas de caridad con enfermerías incorporadas, en las que los pacientes pobres eran atendidos por los otros internos. 
Al fracasar los esfuerzos por conciliar el catolicismo con el protestantismo, Europa se deslizó hacia una serie de contiendas civiles donde imperó el odio y el individualismo, mucha gente había comenzado a migrar hacia el nuevo mundo en busca de riqueza, pero sobre todo de libertad religiosa. La mayoría de los hospitales dirigidos por órdenes religiosas fueron cerrados o entregados a los protestantes y los monjes y monjas expulsados de los hospitales produciendo un déficit de gente e instituciones donde se atendiese a los enfermos. Los hospitales que quedaron se convirtieron en lugares de horror, sin personal cualificado que pudiera reemplazar a las órdenes religiosas de enfermería. Para cubrir la necesidad urgente de enfermeras se reclutó a mujeres de todos los orígenes, se negociaron penas de cárcel a cambio de realizar la tarea de cuidar enfermos. Todo esto, más la ambivalencia del protestante hacia sus enfermos y pobres produjo resultados funestos para la Enfermería, arrastrándola a sobrevivir en medio de las peores vejaciones y condiciones jamás enfrentadas. ..."En general, los asistentes o enfermeros laicos eran ignorantes, rudos y desconsiderados, por no decir inmorales y alcohólicos, c
uando una mujer ya no podía ganarse la vida con el juego o el vicio, le quedaba la alternativa de convertirse en enfermera. Las enfermeras eran reclutadas entre antiguas pacientes, presas y de los estratos más bajos de la sociedad. .... La enfermería apenas estaba organizada y, por supuesto, carecía de posición social. Nadie se dedicaba a la enfermería si tenía la posibilidad de ganarse la vida de cualquier otra forma. Como enfermeras, incluso las hermanas de las órdenes religiosas llegaron a estancarse por completo a nivel profesional como consecuencia de una ininterrumpida secuencia de restricciones desde mitades del siglo XVI". A esta etapa se ha denominado la Etapa o Periodo Oscuro de la Enfermería (1550-1860). 






A todas luces se reconoce que la profundización de los males sociales iniciada en el siglo XVIII, y que obviamente comprometió la enfermería por ser el reflejo de lo que pasaba a la mujer en la sociedad, llevó a que con urgencia y, motivada por un interés público se replanteara la situación de enfermería, se iniciara un movimiento liderado por los médicos, el clero y los ciudadanos filántropos quienes abogaron por el establecimiento de verdaderos sistemas de enfermería bien fuera bajo el auspicio religioso o a través de un esquema seglar con enfermeras remuneradas. Es así como una sociedad preocupada por la absoluta decadencia de una enfermería –el arte de cuidar – cada vez más desprestigiada, mientras que la medicina –el arte de curar – que avanzaba en forma esplendorosa, no encontraba eco en la enfermería, produce una serie de cambios significativos que llevarían a la reforma estable de la enfermería. 
Es a partir de esta situación que la enfermería renace, que se introduce el conocimiento, la ciencia, al arte de cuidar. Pero sin lugar a dudas es a Florence Nightingale a quien se la reconoce como la verdadera fundadora de la enfermería moderna, la más grande enfermera de guerra de la historia, la que introdujo las ciencias de la salud en los hospitales militares, reduciendo la tasa de mortalidad del ejército británico de 42% a 2%; protestó contra el sistema de pasillos de los hospitales y luchó por la creación de pabellones; puso de manifiesto la relación entre la ciencia sanitaria y las instituciones médicas: escribió un texto de crucial importancia sobre la enfermería moderna; creó la Army Medical School en Fort Pitt, Chatham, y fundó la primera escuela de formación de enfermeras (St. Thomas´s Hospital, en 1860). "Florence fue un genio extraordinariamente versátil que se destacó en muchos papeles y los representó todos con distinción".



Y es que Miss Nightingale tenía todas las herramientas para hacer renacer, para recuperar de las tinieblas a la enfermería. Nació en Florencia, Italia, el 12 de mayo de 1820. A la edad de 17 años ya dominaba varios idiomas antiguos y modernos, tenía una gran formación en literatura, filosofía, religión, historia, economía política y ciencias, y era maestra en matemáticas superiores. Es de suponer que tenía una educación más sólida que la mayoría de los hombres de su época. Desde muy temprana edad expresó su deseo de dedicarse a la enfermería; sus padres se opusieron debido a las condiciones hospitalarias del momento y a como en aquella época hera considerada una enfermera " Le costó 16 años vencer los obstáculos familiares para dedicarse a la enfermería. En Roma, 1874, conoce a Sir Sydney Herbert, con quien iría posteriormente a Crimea y formaría con él la "pequeña oficina de guerra". La guerra de Crimea le brindó a Miss Nightingale una oportunidad inesperada – al saber que no están preparados para el cuidado adecuado de los heridos, no sólo faltan los cirujanos, los asistentes y enfermeros, también faltan vendas, instrumentos, etc. 

Como consecuencia de la presión del país Sir Herbert, secretario de guerra, decidió desafiar la tradición y por primera vez en la historia británica, enviar un contingente de mujeres enfermeras a los hospitales militares liderado por la única persona que él creía capaz de poner orden en aquel caos; y es así como Florence Nightingale fue nombrada superintendente del Female Nursing Establishment of the English General Hospitals de Turquía. Allí Miss Nightingale demostró sus dotes como administradora, transformó un lugar de horror en un refugio donde los pacientes podían recuperarse realmente. Podía verse, muy tarde en la noche, hacer sus rondas con la famosa lámpara, en solitario, y observar el estado de los pacientes más enfermos.
De este hospital base pasa a Crimea donde contrajo la "fiebre de Crimea" que la llevó al borde de la muerte y la dejó semi inválida para el resto de su vida. Gracias a Florence, de esta guerra "surgieron la enfermera y el soldado como símbolos de coraje, lealtad, orgullo y perseverancia". Nunca más la imagen de la enfermera sería motivo de vergüenza... había sellado la profesión de enfermería con su propia imagen, había traído la revolución. 



De igual forma que la Guerra de Crimea, en el caso de Inglaterra, atrajo la atención sobre la desesperada situación de la enfermería, la Guerra de Secesión en los Estados Unidos planteó a los organismos gubernamentales la necesidad de contar con enfermeras capacitadas, lo que trajo como resultado las primeras reformas en la enfermería de ese país; de tal suerte que mientras Miss Nightingale realizo sus reformas en el viejo continente, enfermeras como Dorotea Lybde Dix, Clara Barton, Louisa May Alcott, Mary Ann "Madre" Bickerdyke y Walt Whitman hacían lo propio en los Estados Unidos. Sin embargo, la experiencia de la guerra demostró sin lugar a dudas la superioridad de la enfermera preparada sobre la voluntaria sin formación e impulsó la constitución de un cuerpo permanente de enfermeras institucionalizado dentro del departamento médico del Ejército (1900) 


En 1860 Florence Nightingale desarrolló el primer programa de formación para enfermería: la Nightingale Training School for Nurses, institución educativa independiente, el objetivo de esta escuela era preparar enfermeras de hospitales, enfermeras de distrito para los enfermos pobres y enfermeras capacitadas para formar a otras. Las graduadas de este programa estaban destinadas a convertirse en líderes de la enfermería a escala internacional. Con mucha frecuencia era consultada para la planificación de nuevos hospitales no sólo en Inglaterra y Australia, sino Estados Unidos y Canadá. Se dice que los planos del Johns Hopkins Hospital de Baltimore fueron llevados hasta Inglaterra para que los sometiera a estudio. La influencia que tuvo esta escuela en muchos otros países se puede confirmar a través de la creación en ese periodo de tiempo (1860-1910) de cerca de 30 escuelas de enfermería, alrededor del mundo, con el modelo establecido por Florence Nightingale, que sirvió de modelo para otras escuelas y elevó la enfermería de la degradación y la deshonra al rango de profesión respetable para las mujeres, supuso la inauguración de un nuevo estilo de vida para las mujeres. 


La línea divisoria entre la vieja y la nueva enfermería es la demarcación entre la enfermería pre Nightingale y la enfermería Nightingale. De la misma forma que Hipócrates (460-370 a.C.) fue el padre de la medicina, Florence Nightingale (1820-1910) fue la fundadora de la enfermería; así, la medicina sistematizada es un arte antiguo, mientras que la enfermería organizada es un arte reciente. Miss Nightingale modeló una nueva profesión extraída de siglos de ignorancia y superstición dándole a la mujer la tarea de la enfermera formada para la humanidad.


Pero fue entre 1890 y 1900 que se produjo una serie de acontecimientos muy importantes que impactaron seda el desarrollo de la enfermería Norteamericana, surgieron líderes carismáticos, proliferaron las escuelas de enfermería y se inició la organización de la enfermería como profesión. La llegada del siglo XX, los avances en la cirugía y las ciencias de la salud, permitió que la enfermería fuera la encargada de aplicar los nuevos descubrimientos. Las estudiantes de enfermería no sólo mejoraban el servicio a los pacientes sino que reducían los gastos de este servicio mejorado para los hospitales, por lo que la mayoría de los hospitales abría sus propias escuelas de enfermería o se hacía cargo de las escuelas que se habían iniciado en forma independiente.










El nacimiento de la Cruz Roja Internacional fue otro punto clave para la reforma de la enfermería. J. Henri Dunant, suizo, hizo un llamado a varios gobiernos europeos para crear un organismo internacional que brindara ayuda voluntaria de enfermería en los campos de batalla. No solamente logró esto, sino que se acordó honrar a las enfermeras de la Cruz Roja como no combatientes y respetar sus hospitales y demás instalaciones




A continuación se listan una serie de enlaces los cuales profundizan la historia y evolución de la enfermería.



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